Tendemos a confundir sufrimiento con dolor, el dolor es
un acto de defensa de nuestro organismo, que nos avisa que algo está sucediendo
en nuestro cuerpo, el sufrimiento sin embargo, es una aptitud ante una
situación o apreciación concreta y normalmente está ligado a la no aceptación
de la realidad.
Esta creencia del sufrimiento normalmente está ligada a las influencias recibidas por la educación, las influencias externas negativas, y los prejuicios, ¿porqué algo que a mí me hace sufrir, a otra persona no le afecta?
Curiosamente aceptamos que sufrir nos resulte fácil, y ser felices harto difícil, no digo que el sufrimiento sea evitable desde el mismo momento en que lo sentimos, el problema surge cuando permitimos que se apodere de nosotros y nos paralice
Luego existen los mercaderes del sufrimiento, son esas personas que emplean su estado anímico para chantajear dando la imagen de pena, y normalmente tienden a culpar de dicho sufrimiento a los demás, estos mercaderes suelen llevar un modelo de vivencias que mientras las personas que les rodea se ajustan a ese modelo todo va bien, pero cuando se dan cuenta que pierden el control de esas personas y sus pensamientos, entonces tiran del chantaje y culpan a los demás de su sufrimiento y no son conscientes que no están viviendo una realidad, si no un estereotipo que tienen montado en su mente, y que para ellos es el real y verdadero, no se atreven a ver la realidad de los hechos, e intentan culpabilizar a los demás de su fracaso.
Esta creencia del sufrimiento normalmente está ligada a las influencias recibidas por la educación, las influencias externas negativas, y los prejuicios, ¿porqué algo que a mí me hace sufrir, a otra persona no le afecta?
Curiosamente aceptamos que sufrir nos resulte fácil, y ser felices harto difícil, no digo que el sufrimiento sea evitable desde el mismo momento en que lo sentimos, el problema surge cuando permitimos que se apodere de nosotros y nos paralice
Luego existen los mercaderes del sufrimiento, son esas personas que emplean su estado anímico para chantajear dando la imagen de pena, y normalmente tienden a culpar de dicho sufrimiento a los demás, estos mercaderes suelen llevar un modelo de vivencias que mientras las personas que les rodea se ajustan a ese modelo todo va bien, pero cuando se dan cuenta que pierden el control de esas personas y sus pensamientos, entonces tiran del chantaje y culpan a los demás de su sufrimiento y no son conscientes que no están viviendo una realidad, si no un estereotipo que tienen montado en su mente, y que para ellos es el real y verdadero, no se atreven a ver la realidad de los hechos, e intentan culpabilizar a los demás de su fracaso.
Piénsalo bien, nadie te hace sufrir, tu eres el único responsable de tu malestar.
No dejes que los demás decidan sobre tu derecho a ser feliz, a ser creativo, a realizar aquello que te gusta, a ser libre al fin.
José Mª Agudo.
COACH INTEGRAL